Cuando hablamos de leucopenia, nos referimos a una condición caracterizada por una disminución notable del nivel de leucocitos o glóbulos blancos en la sangre, la cual, de no recibir la debida atención, puede comprometer nuestra salud. Por eso, en esta ocasión queremos contarte acerca de los síntomas, causas y tratamiento para la leucopenia, para que estés mejor informado y puedas lidiar con dicha condición en caso de padecerla.
¿Qué síntomas produce tener leucopenia?
Los síntomas que puede presentar un paciente con leucopenia tienden a variar dependiendo de la gravedad del asunto, aunque algunos de los más comunes son:
- Malestar general.
- Cansancio y debilidad.
- Mareos e irritabilidad.
- Vértigos.
- Migrañas.
- Infecciones bacterianas.
- Fiebre
- Inflamación en los ganglios.
- Neumonía.
- Estomatitis
- Trompocitopenia
- Abscesos hepáticos.
¿Qué causa la leucopenia?
Existen múltiples causas que atribuirse a la leucopenia, sin embargo, algunas de las más frecuentes son:
- Enfermedades que afectan el funcionamiento de la médula ósea, bien sea por problemas congénitos o adquiridos, como es el caso del síndrome de Kostmann.
- Enfermedades relacionadas con el sistema inmune, como por ejemplo el sida y el lupus.
- Enfermedades bacterianas.
- Insuficiencia hepática o del bazo.
- Aplicación de tratamientos contra el cáncer, como la radioterapia y la quimioterapia.
- Exceso de estrés.
- Malnutrición y deficiencia de vitaminas y minerales.
¿Qué tratamiento se aplica en caso de leucopenia?
En cuanto al tratamiento para la leucopenia, este dependerá de la patología o enfermedad subyacente que haya desencadenado dicha condición, así como de su gravedad, pudiendo recetarse esteroides y la suplementación con complejos vitamínicos, especialmente con vitaminas del grupo B, con el propósito de favorecer el funcionamiento de la médula ósea y garantizar la producción de más células sanguíneas.
De igual forma, pueden recomendarse fármacos y medicamentos como el filgrastim o el pegfilgrastim, así como tratamientos con proteínas como la citoquina, que ayudan a regular la actividad celular. Además de esto, el especialista médico puede recetarle al paciente el uso de antibióticos o quimioterapia para reducir las complicaciones por causa de enfermedades infecciosas.