LEUCOPENIA, TRATAMIENTO Y CAUSAS DE LA MISMA


Los leucocitos o glóbulos blancos son importantísimos para garantizar una buena salud, ya que se encargan de combatir las sustancias extrañas que pueden dañar a nuestro cuerpo. Un recuento bajo de leucocitos, también conocido como leucopenia, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones y enfermedades, por lo que resulta fundamental conocer las causas y el tratamiento ideal para mejorar dicho trastorno sanguíneo.

¿Qué causa la leucopenia?

Existen diversos factores que pueden llevar a que un paciente padezca leucopenia, pero algunos de los más frecuentes son:

  • Enfermedades que atacan a la médula ósea, ya sea que se trate de problemas congénitos o adquiridos, como por ejemplo el síndrome de Kostmann.
  • Enfermedades y trastornos del sistema inmune, como lo son el sida y el lupus.
  • Enfermedades infecciosas.
  • Insuficiencia hepática o del bazo.
  • Administración de tratamientos para combatir el cáncer, como lo son la radioterapia y la quimioterapia.
  • Estrés.
  • Desnutrición e insuficiencia de vitaminas y minerales.

¿Qué tratamiento se aplica en caso de leucopenia?

El tratamiento para la leucopenia puede variar según la patología subyacente y la gravedad de la misma, pudiendo administrarse esteroides y suplementos vitamínicos, sobre todo de vitamina B para estimular el funcionamiento de la médula ósea y la producción de células de la sangre. Asimismo, suelen recetarse medicamentos como el filgrastim o el pegfilgrastim, además de tratamientos con proteínas reguladoras de la actividad celular, como es el caso de la citoquina.

Por otra parte, para evitar mayores complicaciones por motivo de enfermedades infecciosas, es muy común que se le administren antibióticos o quimioterapia al paciente con leucopenia.

Ahora bien, si obtienes un recuento bajo de leucocitos como resultado de una analítica sanguínea, es importante que acudas a un especialista médico que se encargue de analizar tales valores y de diagnosticar las causas de la leucopenia, para luego proveer el tratamiento más adecuado según la patología o condición subyacente.